Hola mis amores.
¿Cómo va este inicio de año? El mío va bastante movido y veloz, han sido tres semanas altamente movidas. Tanto que me siento viviendo por abril pero con varias cosas pendientes de enero y febrero. Y entre cada cosita, algo sacrifico. En este caso, mi blog 😦
Sin embargo, hoy me tomo un tiempo para detenerme del trabajo, para hacer algo que también me gusta (es parte de mi cuidado personal, llenar mi alma de cosas que me gustan).
Y justo de esto quiero hablarles, del cuidado personal. Siempre que se nos menciona este término pensamos en cosas como: ducharse, peinarse el cabello, básicamente aseo. Sin embargo el cuidado personal va un poco más allá. Para mi esta relacionado a todo lo que te genera bienestar. Así como estar aseado, comer bien, dormir en paz o tener un espacio para descansar o trabajar que te llene de alegría y calma.
Últimamente, he estado muy enfocada en esto de tener un espacio que me llene de calma, mi habitación quiero convertirla en un remanso de calma y claridad. Así que cerré el año anterior pintándola en tonos blancos y arena y buscando inspiración de mi concepto de un cuarto tranquilo. En otra etapa de mi vida el azúl me traía ese sentimiento, hoy en día mucho azúl me abruma. Pero la luz siempre ha sido un elemento importante para mi y quiero capturar lo más que pueda de la luz natural en mi habitación. LLenarla de plantas, ordenar de mejor forma los libros y tener un espacio neutral y que inspire tranquilidad.
Sin embargo, se me ha hecho complicado, soy como una hormiguita y guardo cosas, recuerdos más que todo. Y claro, no los disfruto, solo los tengo present en cada limpieza de mi habitación.
Pero necesito espacio, necesito calma y algo de orden. Mi casa es pequeña, por lo que siempre busco pequeñas soluciones, soluciones que sean fáciles de trasladar en caso de mudanza (así me ahorro unos cuantos $ que son tan necesarios, solo que no lo sabes hasta que necesitas un poco más de dinero). Además, el proceso de redecorar y arreglar me trae algo de calma, a pesar de lo largo del proceso, es como tomar una larga ducha de agua caliente. Al final es bien satisfactorio, y en el camino es como si hubiese aprovechado de limpiar un poco mi alma.
¿Ustedes que opinan? ¿Creen que es importante el incorporar elementos externos como parte de tu cuidado personal? ¿Cómo sería su habitación ideal?
En próximas publicaciones estaré compartiendo con ustedes más información respecto al cuidado personal. Es un tema al cual he empezado a tomarle algo de cariño, pues al final, estoy aprendiendo a cuidarme un poco mejor (en todos los sentidos).
Nos vemos pronto.
Un beso.